Hoy hemos salido pronto de Ottawa... todo lo pronto que podíamos, ya que al ser un B&B donde te hacían el desayuno al momento, no pudimos desayunar antes de las 8, y eso que hicimos que la pobre mujer madrugara un poco... es una lástima que vaya a jubilarse porque estaba muy bien situado, la casa era muy bonita, la comida era muy rica y lo tenía todo muy limpio
Una vez en la carretera, nos hemos dirigido hacia el Parque Nacional de Algonquin. Nuestra intención era hacer unas cuantas excursiones por el camino, ya que la carretera por la que íbamos hacia Hunstville lo atravesaba... Pero nos hemos encontrado con un mal tiempo de narices y nos ha retrasado un poco. Hemos llegado a la hora de comer a la entrada del parque, y como dentro suponíamos que no habría nada que comer, hemos comido en un restaurante antes de entrar en él.
Después de pagar nos hemos dirigido hacia el punto de información del parque para que nos recomendaran algunas excursiones. Este parque nos ha gustado mucho por su organización: en cada recorrido tenías en la entrada unos folletos en varios idiomas, pagabas medio dólar y lo cogías. Y si no querías llevártelo contigo, los podías devolver en un buzón.
Interior de una cabaña de uno de los senderos
Madriguera de un castor
Con la vara y la capucha...
un árbol nace de otro árbol
Durante todo el trozo del parque nacional nos ha hecho un tiempo malillo, nos ha llovido en algunos momentos y algunos de los senderos estaban impracticables por la cantidad de charcos y barro que había. En uno de ellos hemos tenido que vadear una escalera porque se le había caído un árbol de gran tamaño...
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